Cuando Marty McFly conoció a Marty McFly

La gran mayoría de nosotros estamos familiarizados con la trilogía legendaria de Volver al Futuro. Para quienes no lo estén, básicamente se trata de las venturas y desventuras de un joven que, por cuestión del destino, viaja en el tiempo (al pasado y al futuro) por medio de un artefacto (el automóvil es conocido como El DeLorean) construido por un científico, el "Doc" (quien también lo acompaña en este viaje). 

Una escena interesante es cuando Marty se encuentra en el baile de graduación de su papá (1955), como si fuera un personaje más. Por cuestiones propias de la trama,  existían 2 Marty de 1985 en el baile de 1955 y debían evitarse conocerse a toda costa para evitar una paradoja en el tiempo. Más allá de la cuestión propia del viaje en el tiempo, ¿que pasaría si nosotros realizáramos ese viaje en el tiempo?, ¿cómo nos encontraríamos a nosotros mismos?

Es indudable que sufrimos cambios en todo momento y la gran mayoría son imperceptibles al instante pero evidentes al contrastarlos una vez transcurrido el tiempo. Hoy en día, evaluamos nuestras decisiones pasadas bajo un injusto parámetro: el presente. Al explicar nuestros errores (con nosotros mismos) estamos situándonos como si fuéramos el Marty del presente, con todo este bagaje y experiencia a posteriori. Es decir, al juzgar un acto bueno o malo, lo solemos hacer desde nuestra perspectiva presente y, generalmente, sin considerar los elementos que nos hicieron tomar una decisión en el pasado.  Olvidamos que el presente, alguna vez fue futuro y después será pasado.

Quizá me puedo aplaudir por haber querido participar en un Blog con entrañables colegas de la universidad. Éste juicio lo hago hoy, después de ver que fue buena idea.  O, por otra parte, alguien diría, ¿en qué estaba pensando cuando acepté dirigir a la selección nacional?. Y ése es justamente el meollo del asunto, estamos imposibilitados a conocer las consecuencias en el tiempo presente porque el presente es un estado efímero compuesto de circunstancias del pasado.  Ahí la paradoja de Marty McFly, el tiempo es un elemento simbólico compuesto por emotividad  y contexto.

¿Y El futuro? Es inexistente al ser una consecuencia del eterno pasado, solo podemos tener una imagen que, paradógicamente, es creada con elementos del pasado. Marty McFly en realidad jamás podría haber tenido la posibilidad de conocer a su paralelo del pasado, puesto que ambos son metafóricos y su referencia, el presente, no viajó para distinguirlos. Si nosotros viajáramos al pasado y nos encontráramos, seríamos incapaces de reconocernos debido a que sólo queda una huella de lo que fuimos, inclusive si sólo fueran unos segundos en el pasado. 

Lo que queda en nosotros es esa memoria emocional de lo que fue y pudo o no haber sido con base en nuestra actualidad. No tenemos formas de comunicarnos con nuestro pasado más que el efímero presente. El Doc, nos puede guiar en este viaje pero siempre recordándonos que nuestro parámetro es hoy, ahora y no 1955 o el 2015. 

Independientemente de si es o no físicamente posible, ¿cómo saber que nos depara el futuro?: pregúntale a tu pasado. 

Merleau-Ponty