lunes, 20 de octubre de 2014

Cuando no va "de acuerdo al plan"

Nuevamente en este lunes de Da nathing box, les escribo ya que en estos días ha llamado a mi mente una serie de reflexiones que , en alguna ocasión, ya han sido causa de mis escritos.  Y es que cuando todo va en curso o con forme a lo planeado, la gente suele actuar de forma normal sin que ésto genere mayor inquietud, inclusive si es perverso lo que está sucediendo en nuestro entorno.

Por ejemplo, durante meses hubo una cantidad impresionantes de muertos y herido a causa del tema de Gaza entre Israel y Palestina,  se hablaba del conflicto pero en general esto parecía un daño colateral de la guerra y se percibía como normal.  Sin embargo, lo que nadie esperaba fuera que Robin Williams falleciera y como si ésto fuera el inicio del fin de nuestros tiempos, una gran cantidad de gente SI se pronunció con sus condolencias y su preocupación, ¿no les parece esto una perversidad de nuestra sociedad?,  nadie se sensibiliza cuando las cosas van de acuerdo al plan, aunque éste sea destructivo.

En términos de nuestra sociedad en particular, podemos darnos cuenta como la expectativa generada hacia un individuo determina totalmente su actuar.  Quizá uno de los grandes problemas de la libertad sea la sociedad misma que planea todo para con sus individuos.  Por ejemplo, estamos llenos de eventos y festividades religiosas cuyo fin único va más allá de la cuestión ritual y se enfoca en presentar ante sociedad el cumplimiento de sus normas: las bodas son un claro ejemplo de ello.  Inclusive, mi queridos lectores y lectoras, es parte del plan de vida de la pareja, cuando está ya conformada.  Se les pregunta sobre la fecha de la boda, después el primer hijo , después el segundo, sus confirmaciones, etc. 

Dichas expectativas se convierten en nuestras expectativas, y es labor nuestra liberarnos constantemente de lo que el plan social desea para nosotros. Quizá sea controvertido porque muchas veces parecemos dueños de nuestras decisiones y por supuesto que lo somos;  pero, algunas ocasiones estamos indiscutiblemente gobernados por constructos que nos han formado a lo largo del tiempo: "casarse, los hijos, tener un buen trabajo, estudiar" .

Ahora bien, ¿qué sucede cuando no vamos cumpliendo nuestras expectativas? ¿cuando las cosas no están saliendo "de acuerdo al plan"?  Quizá esperábamos haber conocido al amor de nuestra vida antes de los 30 y tenemos 35 y mantenemos la soltería o ese trabajo temporal en el que sólo lo tomamos en lo que encontrábamos nuestra vocación, ya se convirtió en nuestra fuente de ingreso y cada vez es más difícil dejarlo.  De pronto, la edad para tener hijos parece que está pasando y la gente se aferra a la primera historia de amor para poder cumplir su sueño. 

Quizá la respuesta para superar este tipo de expectativas frustradas no sea enfocarse en lo que no es, por el contrario, en lo que es.  Lo que puede significar que nuestros esfuerzos se concentren en un rumbo distinto, quizá tengo 35 años y no tengo mi casa en la playa con mis 5 perros y la modelo de revista junto a mi; y sin embargo, no puedo decir que la vida ha sido un fracaso solo porque las cosas no salieron de acuerdo a lo planeado.   Esto quiere decir también que una mujer puede no tener hijos y seguir siendo plena, ni que su vida debe girar en torno al matrimonio antes de los 30 porque si no no podrá casarse nunca más.  




La reflexión aquí, queridos lectores y lectoras, es en realidad encontrar los motivos que HOY nos dan un sentido a la vida y que hemos construido con el tiempo. Más allá de los motivos que nos hacen infelices mientras sufrimos el "que hubiera sido si.."..

MERLEAU-PONTY