jueves, 29 de agosto de 2013

EL RINCÓN DEL REPTIL AÑO 1 VOL. 4 - La Princesa no nace, se hace.




EL CUENTO DE LA PRINCESA, EL CRUSTÁCEO Y EL REPTIL (PARTE2)

Una vez más el reptil les da la bienvenida a sus dominios.  Este que se ha vuelto el rincón más cínico de Da Nathing Box y probablemente el más cínico de la cuadra, debe continuar con la miniserie de “La Princesa, El Crustáceo y El Reptil” que dio inicio con el cuento de Jack Sparrow contra el Crustáceo. 
El día de hoy el turno corresponde a la princesa y el tema de debate central que es: “La Princesa no nace, se hace”.
Y lo entiendo, para muchas niñas de nuestra generación, la infancia estuvo llena de cuentos de Disney. Cenicienta, la Bella Durmiente  y Ariel eran algunos de sus ídolos juveniles. 
El ver en las mujeres que se convierten con esas historias me ha dado el firme propósito de no autorizar películas de esa índole en casa si tuviera una hija.  Tal vez una que otra de Pixar que se salve… pero si algún personaje empieza con la palabra princesa #yavaliomadres.

Y es que se debe comprender el verdadero lavado de cerebro que constituyen historias como las de Cenicienta o la Sirenita (versión Disney, la original es mucho más realista). 
¿Cuál es la fantasía? 
1.      Todas las mujeres son Princesas (debemos tener reyes muy prolíficos)
2.      Un día cualquiera verán a un mirrey *príncipe azul* llegar en su auto convertible y al primer beso… matrimonio y vida feliz para siempre
3.      Claro, ellas no tienen que hacer nada, el “amor” las encontrará mientras comen palomitas viendo Sex and the City 
Y es que en las películas así sucede… pero hay algo que todas obvian siempre… ¿Cuál es el precio a pagar por ello? 
La sirenita perdió la voz y ganó sus piernas, la bella durmiente estaba maldita y quedó comatosa durante varios años, ni qué decir de Blanca Nieves y su manzana envenenada. 



Esa es la parte de la historia que muchos pretenden no tomar en cuenta.  Los príncipes no llegaron de gratis, para encontrar al príncipe tuvieron que hacer sacrificios.  Así como a los príncipes les cuesta trabajo llegar a serlo. 
Pero de repente nos topamos con la gente curiosa que cree que su mal carácter es “ser como son”, que las tienen que “aguantar y amar y comprender así como nacieron”, que porque la gente obesa estuvo bien en la época de las cavernas ser obeso es la verdadera belleza femenina, cuando en esos tiempos era una razón mucho más práctica que estética (si, la gente podía pasar varios días sin comer y una gorda era probable que sobreviviera más tiempo)… en realidad son excusas burdas para poder sentarse en la hamaca retacándose de papas fritas mientras ven comedias románticas que reafirman la creencia de que el príncipe es un pepino que llega gratis.
Creencias de muchas "Princesas"
 

Así que el día de hoy el Reptil invita a sus lectoras a la reflexión (aunque posiblemente despierte su ira insaciable) de que no se puede recibir algo sin dar nada a cambio. 
Eso que llamamos amor tiene que pasar por un primer filtro llamado deseo, y el deseo es caprichoso.  El deseo quiere cosas deliciosas.  Cuando esas cosas no se presentan el deseo no justifica a nuestro cerebro que haya que esforzarse incluso un mínimo para matar a Bowser y rescatar a la princesa. 
¡Los esperamos en el próximo Rincón del Reptil, el espacio más cínico de Da Nathing Box!  En nuestro próximo número tendremos la parte 3 de esta miniserie… “Anatomía de un Reptil”.

2 comentarios:

  1. De acuerdo a medias.

    Las fantasías de las princesas no las mencionaré porque no estoy de acuerdo en nada.

    En lo demás, es cierto, la gente que piensa que por ser cómo son van a ser queridos están en un error. Todos tenemos que hacer sacrificios, cambiar nuestra manera de ser, incluso tú o yo.

    La posición más cómoda es la de esperar. Si somos groseros, egoístas, etc. lo más fácil es esperar pero si queremos ser queridos debemos ser lo contrario. Amables, buena onda, chidos, etc. no siempre es fácil pero es una ecuación que funciona para todo.

    Si quieres amigos se amigable. Si quieres novi@ se como quieres que sean contigo. Si eres un ogt, la gente será ogt contigo o te tendrá miedo, o algo pero no serán buena onda contigo.

    Eso pues

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  2. Doctor, sin embargo, la fantasia va en dos sentidos? Acaso no el hombre creo ese imago de la princesa atribuyendole ese caracter misitco y educandola bajo ese esquema? Al mismo tiemo, mi estimado doctor, el caracter sexual del enamoramiento no se pierde, de hecho, esa tension que gira en torno a cortejo es fundamental para mantener y dar sentido a la relacion en si.

    El valor que otorgado al sexo, es el que debe cuestionarse, puesto que al final es el dia a dia de los amantes, no tendria porque condicionarse o inflarse. Sin lo anterior, que serian los amantes? Estoy convencido que Mario no pasaria por tantas desventuras si no quisiera ser el amante de una Princesa encerrada en su castillo. Y esa princesa, no solo espera el que la rescate y protega, sino tambien un amante de facto.


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