jueves, 8 de agosto de 2013

EL RINCÓN DEL REPTIL AÑO 1 VOL 1


En el último siglo hemos visto una serie de transformaciones psicosociales que pondrían a cualquiera de cabeza.  Y no es para menos.  Los hombres y las mujeres ya casi no se llevan.  Punto.  
Ellas creen que no hacemos suficiente, nosotros creemos que hacemos demasiado. 
Y en realidad se podría decir en defensa de los hombres, que todo lo hacemos en función de las mujeres (excepto jugar Nintendo, eso es uno de esos placeres asexuales de la vida).  Ejemplos hay muchos.

Pooor ejemplo: Hombre compra una casa hermosa (con la cual se endeuda 30 años) y la decora.  Eso no lo hacemos por nosotros mismos.  Los hombres sabemos que a las mujeres les gustan los ambientes cómodos y cálidos, les damos ambientes cómodos y cálidos.  ¡Si pudiéramos hacer el amor con ustedes sobre una caja de cartón, todavía viviríamos en cuevas!

Y bueno, las mujeres hacen todo en función de su estilo de vida.  Y no es algo que se pueda culpar de ellas (por cierto, a las que digan que no las reto a que anden con un indigente un año… no se tienen que casar con él, anden con él un año, puede ser bien parecido no se preocupen).  Por eso no es poco común ver mujeres hermosas con gueyes más feos que pegarle a Cristo en Viernes Santo (Mick Jagger anyone?).   

Hay que decirlo, en el pasado mientras un hombre tuviera un “plan de vida” parecido al que le dijeron a la mujer que debía tener, y no dijera estupideces demasiado grandes, tooodo estaba bien.  
Pero es justo ahí que empiezan las diez mil razones de por qué no está funcionando la onda en este mundo postmoderno.  Primero que nada, el hombre perdió el poder de la carnada sencilla.  Las chicas han ganado sus propias cosas, su propio terreno y su propia independencia.  La casita se compra entre dos.

Y ahiiii hay otro problema.  La mujer dice: Soy un gran partido, tengo un buen puesto, gano bien, trabajo 12 horas al día…  y es así que tenemos chicas como #PatyCantú a las que ningún hombre le embona.

¡Se olvidan que no pueden atrapar al cazador con carnada!  ¿Cuántas veces han visto a un pescador comer lombrices?  

Y todo es culpa de las benditas comedias románticas: “Hollywood says, we do.”   Muchas de las mujeres que más solas se sienten esperan que las relaciones se hagan a partir de una mirada, una mirada que te haga querer conocer mejor a la otra persona.  Ponen expectativas de cómo un hombre se debe ver y qué líneas cursis debe decir…  y ninguno de los dos tiene que hacer nada para ganarse a la otra persona.  Simplemente estaban en una banca y se encontraron y de ahí…  

La realidad es que todos tenemos que ser un poco egoístas, pelear por quien queremos ser, llevar las vidas que queremos vivir y ser realistas a la hora de buscar a alguien con quien compartirlas.  Los espero la próxima semana en el Rincón del Reptil.  

Soy Juan Maldonado, dream on!  

2 comentarios:

  1. Doctor Reptil, nada mas cierto... pero ,en donde buscar esas ideas? son propias esas realidades que menciona? no en el fondo el hombre sigue siendo un cazador y la mujer juega a ser cazada/casada?

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  2. Es innegable que seguimos actuando esos instintos que aseguraron nuestra supervivencia como raza... No hay que olvidar lo que todos los actos del hombre están encaminados a una sola cosa... La trascendencia... Y como trasciende uno en el tiempo? Con descendencia... Reproducción!!

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