viernes, 24 de enero de 2014

¡Poneos la ropa al revés!




Vivimos en un mundo tiránico, impositivo y prefabricado, dónde actos como la creatividad, el libre pensamiento o la individualidad, son aplastados. Gobiernos, empresas y sociedades secretas (The New World Order man!),  sólo te ven como un código de barras, al cual explotar sin ningún otro interés.

Estamos embobados por los productos del sistema, maquilados y empacados para mantener nuestras mentes ocupadas. Por ejemplo, los videojuegos como Antichamber, sólo pudren el cerebro de los jóvenes. Las películas de las grandes casas productoras, sólo crean concepciones falsas de lo que debe ser una relación, cómo en 500 Days of Summer. Todo el ambiente de la música está vendido, y ya nadie se atreve a experimentar nada, ni siquiera la gente de GY!BE

Los movimientos contraculturales se han extinguido,  ninguno es real, ya no nos queda nada. El punk se vende en escaparates de Zara, los eskatos van a eventos organizados por corporativos multinacionales a ver a deportistas vendidos, los hippies organizan conciertos masivos con los dineros como único propósito. No veo comunas góticas viviendo en los bosques bávaros, en castillos construidos por ellos mismos, apegados a un estilo de vida lúgubre, obscuro y decadente. Falsos.

¿Cómo se atreve el sistema a obligar a la gente a trabajar? Es horrible que la gente se gane la vida con una patineta o a tocando en una orquesta filarmónica. ¿Mandar a tus hijos a la escuela? Para empezar, ¿Quién quisiera tener hijos? Todos se llevaron mal con sus padres y no hay forma de que alguien quiera emular esa relación. ¿Caminar en el pavimento? Al diablo los ciclistas, hay que caminar por donde sea. Y las ambulancias me importan un bledo. ¿Mirar TV? No concibo cómo alguien quiera mirar un documental de la vida salvaje en áfrica, o siquiera una adaptación de Hamlet. ¿Ahorrar para la vejez? ¡Que me mantengan los hijos que no voy a tener! ¿OBEDECER LA LEY? Pfff es una falacia que las sociedades, por muy rústicas que sean, elaboren normas y códigos de conducta que permitan la convivencia armoniosa entre los miembros de dicha comunidad.

En un mundo como el de ahora, el único acto de rebeldía verdadero que nos queda, es usar la ropa al revés. Cuando te pongas una camisa o una blusa, no sigas la imposición del sistema y que los botones queden en tu espalda. ¿Quién se creen los zapateros para indicarme que tenis va en que pie? La próxima vez, usa el zapato derecho en el pie izquierdo y viceversa. ¡Voltea de afuera hacia adentro el pantalón!  El cierre quedará en la parte interna del mismo y será inaccesible, pero ¿Por qué le vas a hacer caso a esos snobs de Gucci sobre cómo usar una prenda?

Con esto, podrás definirte como un rebelde, y darle la espalda a los avances que como raza humana nos han tomado más de 10,000 años alcanzar. Lo que importa, es que te sientas único y libre, no es que haya otros asuntos más importantes por los cuales debas preocuparte

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