lunes, 20 de enero de 2014

El Principio de Goebbels

Sin duda, queridos lectores y lectoras, hoy en día estamos llenos de medios de comunicación que nos transmiten la información en instantes. Los mismos medios masivos, dictan precisamente qué creer y qué es falso; así, mis estimados y estimadas, es como se crean , las que llamaré, verdades sociales.  Una verdad
social no necesariamente es una narración de los hechos o una opinión objetiva, más aún debe contener elementos míticos y una exageración de la realidad. Lo anterior, es un principio fundamental para que la verdad social sea transmitida y asimilada por todos los miembros de una sociedad. Finalmente, pero no menos importante, los mensajes deben ser sencillos y cortos para que los individuos logren procesarlos y se envíe esta información directo al sistema de creencias del individuo.

Así pues, el día de hoy planteo subrayar la importancia y, al mismo tiempo, falsedad de lo que llamamos imagen pública. No sólo me refiero a los famosos cantantes o artistas, sino a todo individuo que va construyendo su imagen, misma que es necesariamente validada por los demás. La imagen es una verdad social, es decir, nosotros utilizamos una 'red social' para transmitir experiencias, sentimientos, aventuras y demás, con un limitado grupo de "amigos" que se van comiendo esa verdad poco a poco.  Por ejemplo, podemos hablar de aquel cuyo sentimentalismo es expresado por medio de mensajes románticos o, bien, aquella cuya necesidad de ser vista se plasma en con 3 o más publicaciones diariamente.

En resumen, vamos construyendo nuestra imagen, no necesariamente basada en nuestra realidad. Puesto que la realidad no es publica. Y no es pública, porque esconde ese misterio de nosotros que sólo quienes nos han visto a los ojos pueden dar fe. En términos generales, estas realidades virtuales son exactamente iguales a las facetas que mostramos, son verdades sociales, puesto es lo que la sociedad ha "decidido" comprar. La pregunta que subyace entonces es, ¿no se convierte en realidad de facto la verdad social puesto que no hay forma de conocer la otra verdad?.

A es punto, lectores y lectoras, es posible que esté perdido en un laberinto. Sin embargo, he de decirles que el punto al que me dirijo es que lo que nosotros diariamente juzgamos con una realidad no es más un entendimiento de lo que es la imagen de un otro, es decir, en conjunto estamos creyendo gran parte de lo que un grupo o una persona es, basados simplemente en la imagen o estereotipo. Esta imagen la creemos y nos la compra la sociedad, por eso entra muy bien el Principio de Goebbles, en otras cosas, se refiere al repetir una mentira tantas veces hasta que se vuelva verdad.

Y es así como nos creamos una realidad distinta, una verdad social. Ésta no es más que exponernos o exponer a un individuo y valerse de las imágenes y cortos discursos para generar la percepción de lo que es alguien. En el presente ensayo, no se pretende descubrir el hilo negro respecto a lo que es la imagen pública y como se construye, pero se busca colocar la reflexión sobre aquellas imágenes que compramos sin cuestionar o es que en realidad, ¿la verdad es lo que acordamos socialmente?

Merleau-Ponty 

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