jueves, 13 de febrero de 2014

EL RINCON DEL REPTIL AÑO 2 VOL. 4 “THE WALKING DEAD”


La guerrera de ébano caminaba actuando como ellos.  Después de todo, no había un lugar más seguro para esconderse que en medio de una horda de zombis hambrientos.  Cada paso que daba Michonne lo hacía premeditadamente, arrastrando las piernas, con la mirada perdida en el horizonte y sin emitir ningún sonido.  Por un momento podrías haber jurado que se trataba de uno de los infectados. 


De repente, mientras caminaba, pudo ver a alguien muy parecida a ella.  Alguien que se había vuelto uno de los caminantes.  Sus facciones eran muy parecidas, su peinado casi idéntico.  No pudo tolerarlo más.  Un centenar de emociones comenzaron a brotar desde su interior… como si de repente una bestia interna se hubiera liberado. 

Desenvainó su katana y empezó a cortar a diestra y siniestra hasta que los cuerpos de todos los zombis cayeron a tierra con las cabezas cercenadas.   La pena la invadió y soltó un grito casi animal a los cuatro vientos. 

Al ver a Michonne peleando de esa manera no pude evitar comparar sus emociones con el mundo en el que vivimos.  Es difícil no sentir la misma desesperación que ella.  ¿Acaso todas estas historias de muertos vivientes tratan de lo mismo? 

Los zombis son máquinas asesinas que no piensan, que solo siguen un orden programado e intentan comer a toda costa, aún si pierden su integridad física en el proceso.  Eso es lo que los hace terroríficos.  Su tenacidad para llevar a cabo su programación a costa de lo que sea.  De intentar siempre transformar a otros para que sean iguales a ellos.  De seguir multiplicando el virus.


¿Qué tan distinto es a lo que vemos en el mundo?  ¿Acaso no nos hemos deshumanizado a ese nivel?

Cuando estás trabajando como un maniático, esclavizándote durante horas para recibir una palmada en la cabeza y perdiendo tu dignidad y principios por mantener una “chamba” que te permita comer… ¿No te comportas igual? 

 Si estás haciendo algo que te gusta y te apasiona es una cosa muy distinta.  No es un llamado a la holgazanería ni una queja contra el status quo (debo admitir que soy muy débil para cambiarlo solo)… sino una alerta para que al menos razones lo que haces con tu tiempo. 


¿Estás utilizando tus actividades para comer?  ¿Subsistir a costa de lo que sea?  O… ¿Podría ser que acaso eres mucho más parecido a los sobrevivientes?  Que estás dispuesto a luchar por algo que de verdad te importa… 

Haz lo que debiste haber hecho desde que te pusieron en la tierra.  Explota esos talentos… ¡Tenemos tan poco tiempo! ¿Cómo puedes pensar en desperdiciar tu tiempo inútilmente, haciendo cosas que no te mueven en lo más mínimo?  ¡Eso no es una forma de vida… es una forma de MUERTE!


Antes de que sigas con tus actividades, reflexiona eso. 


Los espero el próximo jueves en el Rincón del Reptil, el espacio más cínico de Da Nathing Box

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