lunes, 18 de agosto de 2014

Entre el psicólogo y el charlatán

Estimados lectores y lectoras,

Escribo sin duda esta entrada en Da nathing box en donde las palabras dulces no serán lo que precisamente emane de esta nota cuya intención es reflexionar en cómo es que a través de los tiempos nuestro sentido de ética y profesionalismo se ha diluido o, mejor dicho, prostituido ante lo que percibimos como falsa sensación de éxito (dinero, fama); en otras palabras, como hemos dejado en segundo lugar el respeto a nuestras profesiones y puesto por encima intereses personales.

Recientemente, he observado como las redes sociales se tapizan de autopromoción del trabajo de los profesionales, en especial aquellos relacionados con la salud.  Es realmente lastimoso ver como abaratan lo que es la actividad.  Antes de abordar y profundizar en el tema, desde el punto de vista de este autor, el profesionalismo no sólo esta relacionado con temas de domino del campo de trabajo, sino realmente con una cuestión integral que incluye actuar de forma ética, responsable y devolviendo a la comunidad de alguna u otra forma nuestro conocimiento para mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad.

El trabajo del psicólogo es por demás cuestionado en muchas culturas.  La actividad se devalúa y esta a la par de las artes adivinatorias.  Lamentablemente, los mismos psicólogos contribuyen a que esta actividad parezca algo menos que uno oficio, puesto que muchos de los "profesionales" no son más que un grupo de charlatanes que tratan de aprovecharse de la ignorancia del otro para obtener un beneficio. 

Existe poca crítica del gremio a ciertos procedimientos, por ejemplo, es bien sabido lo cuestionables que son muchas de las pruebas psicológicas. Sin embargo, en muchos lugares son la panacea y sirven como pilar para diagnosticar a una persona. Hoy cualquiera interpreta una prueba psicológica!, si no se necesita gran especialización para hacerlo, ¿cuál sería la validez de los resultados?.  Otro de los puntos que me gustaría abordar es el mito de que Sigmund Freud es el padre de la psicología.  Si quisiéramos hablar de un "padre" tendríamos que irnos con aquellos que empezaron con la psicología experimental, cuyas observaciones y estudios forjaron la ciencia que hoy en día se conoce; así, el psicoanálisis no deja de ser una filosofía de la psicología, al no superar el principio de Falsacionismo que toda ciencia debe aprobar.

De esta forma, mis queridos colegas y lectores, deben aprender a separar lo que es el Psicoanálisis de la Psicología, ya que (esperando que lo recuerden) en realidad no están tan emparentados e inclusive se deberían considerar como dos campos por separado. Por otra parte, retomando el tema de la ética, es importante recordar que el Sr. Freud no era precisamente el más ético de los analistas, sin embargo, su contexto es muy diferente al actual, puesto que a raíz de ciertos descubrimientos ya es posible concluir como afecta el protagonismo excesivo del psicólogo en el tratamiento de los pacientes.

Bajo esta premisa, me gustaría continuar criticando a aquellos pseudoprofesionales que anuncian su trabajo como si estuvieran vendiendo un producto. Lo cual, generalmente, va muy a costa del paciente y todavía peor aquellos que ventilan lo que sucede en terapia sólo con el fin de resaltarse así mismos. Estos psicólogos, son los peores, puesto que hacen del tratamiento un verdadero espectáculo, de la profesión un circo y lejos de dignificar colocan al resto de en la misma baraja: como un grupo de charlatanes.  El mismo ejemplo aplica para todo "profesional" que "ridiculiza" o "exhibe" lo que hace, he llegado a ver como algunos ridiculizan a los candidatos para entrevistas de trabajo, publican sus CV's y se mofan de ellos, o aquellos que se exhiben en la televisión dando consejos (puesto que no son opiniones expertas ya que un show de TV es precisamente eso: un show) sobre lo que es moralmente bueno o malo, un psicólogo no debe tener estos preceptos morales durante su actuar profesional. 

Alguna vez se me cuestionó sobre si existía realmente un problema ético con el hecho de que un psicólogo se promocionara. El tema se puede abordar de distintas formas, pero quién realizaba la pregunta, tiene estudios en psicoanálisis y le parece un método terapéutico bastante efectivo.  Sin embargo, habría que recordarle que parte de la ética en el diván demanda que el analista se rija bajo los principios de neutralidad y abstinencia, esto significa que no puede publicar por todos lados la vida de los pacientes (sobre todo cuando "tiene éxito") ni la efectividad de sus terapias, ya que imputa todo el resultado terapéutico a sus habilidades, cuando es multifactorial. 

Creo que esto aplica a cualquier campo, porque no sólo existen psicólogos sin ética profesional , también cada profesión en su ramo ha de cometer ciertas barbaries y lo importante es también no permitirlo, recuerden que lo que uno puede ver a distancia es sólo una parte de lo más grave que hay, lo más importante es lo que no se ve y ésto me preocupa severamente puesto que aquellos que cometen las faltas éticas "inocentes" seguramente han realizado las más aterradoras prácticas profesionales.

MERLEAU-PONTY





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